DERECHO DE SUELO
proyecto de intervención urbana
KEMPER+BRAVO - 2006
Sobre el proyecto
DDS es un proyecto de intervención pública, que opera emplazando una marca territorial al espacio urbano, a la arquitectura, a las personas y los objetos.
Derecho de suelo es una estructura legal que permite en ciertos países obtener nacionalidad por el hecho de nacer en ese lugar.
A partir de esta premisa este proyecto aborda ciertos conceptos que definen
territorialidad, planteada ésta como marca determinante de lugar y pertenencia idea de situación específica como localización de un dentro y afuera, de lo publico y lo privado.
Esta propuesta aborda desde el emplazamiento de una señal o icono, en este caso un módulo fotográfico y una forma emblemática, las posibilidades de definir en el espacio publico dos situaciones pertenecientes al contructo sociocultural, la delimitación a través de la imagen de un lugar (forma extendida al piso en distintos espacios de la urbe) y el traslado de la territorialidad (situar una fotografía en PVC de registros de suelos de distintos lugares) tomando estos gestos visuales como colocaciones atávicas que interactúan con los transeúntes con las arquitecturas y los espacios públicos.
Dos gestos políticos que alcanzan y problematizan cuestiones contingentes relacionadas con las ideas de pertenencia y propiedad, lo foráneo y la apatrialidad, la ideología partidista y la toma territorial como continuidad de una demarcación atávica que circunscribe un eje de reunión, establecimiento y posesión.
Esta sobre posición icónica en el momento de su emplazamiento interpela con el paisaje urbano o rural, con la arquitectura y las personas generando una dislocación visual y del entorno que evidencia el reimplante cultural. El recorrido visual adquiere nuevas connotaciones, así como el objeto de intervención se transfigura según donde este emplazado.
El registro incesante de cada acción publica permite posteriormente realizar un archivo social de los recorridos, de las recargas semántica de los lugares y la recepción del publico, posibilitando mapear las características socioculturales de los distintos lugares bajo la dinámica de un “almacenamiento imaginario” de tránsitos cotidianos, donde lugares, arquitecturas y personas junto a esta marcación visual efímera, irrepetible casi inexistente.
Un transito equivalente al recorrido que se desliga de la rigidez temporal para formar parte en el contexto ciudad como un gesto extraño, significativo solo en su presencia como acontecimiento.
Sobre su dinámica de emplazamiento
El proyecto Derecho de Suelo, se concreta con el emplazamiento físico de una serie de fotografías circulares en material plástico PVC, más una tela a modo de emblema circular donde se convocara al público a pisar, entrar, por un instante estar en otro lugar. (Pisar suelo extranjero, tierra de nadie).
De la misma forma estas marcas circulares se instalarán en diferentes edificios públicos, espacios institucionales, en objetos urbanos, en la aceras, parques espacios privados, zonas rurales etc. proponiendo yuxtaponer los territorios, las culturas y las formas sociales de hacer patria, hacer lugar, hacer territorio.
Dentro de la operativa de registro de estas huellas-lugar, se propone ir creando un muestrario con tomas de suelo de los distintos países donde se repongan las imágenes, generando el cruzamiento de un intercambio geográfico al resignificar cada imagen instalada en otro territorio con otras personas, otras características, otra cultura.
DDS es un proyecto de intervención pública, que opera emplazando una marca territorial al espacio urbano, a la arquitectura, a las personas y los objetos.
Derecho de suelo es una estructura legal que permite en ciertos países obtener nacionalidad por el hecho de nacer en ese lugar.
A partir de esta premisa este proyecto aborda ciertos conceptos que definen
territorialidad, planteada ésta como marca determinante de lugar y pertenencia idea de situación específica como localización de un dentro y afuera, de lo publico y lo privado.
Esta propuesta aborda desde el emplazamiento de una señal o icono, en este caso un módulo fotográfico y una forma emblemática, las posibilidades de definir en el espacio publico dos situaciones pertenecientes al contructo sociocultural, la delimitación a través de la imagen de un lugar (forma extendida al piso en distintos espacios de la urbe) y el traslado de la territorialidad (situar una fotografía en PVC de registros de suelos de distintos lugares) tomando estos gestos visuales como colocaciones atávicas que interactúan con los transeúntes con las arquitecturas y los espacios públicos.
Dos gestos políticos que alcanzan y problematizan cuestiones contingentes relacionadas con las ideas de pertenencia y propiedad, lo foráneo y la apatrialidad, la ideología partidista y la toma territorial como continuidad de una demarcación atávica que circunscribe un eje de reunión, establecimiento y posesión.
Esta sobre posición icónica en el momento de su emplazamiento interpela con el paisaje urbano o rural, con la arquitectura y las personas generando una dislocación visual y del entorno que evidencia el reimplante cultural. El recorrido visual adquiere nuevas connotaciones, así como el objeto de intervención se transfigura según donde este emplazado.
El registro incesante de cada acción publica permite posteriormente realizar un archivo social de los recorridos, de las recargas semántica de los lugares y la recepción del publico, posibilitando mapear las características socioculturales de los distintos lugares bajo la dinámica de un “almacenamiento imaginario” de tránsitos cotidianos, donde lugares, arquitecturas y personas junto a esta marcación visual efímera, irrepetible casi inexistente.
Un transito equivalente al recorrido que se desliga de la rigidez temporal para formar parte en el contexto ciudad como un gesto extraño, significativo solo en su presencia como acontecimiento.
Sobre su dinámica de emplazamiento
El proyecto Derecho de Suelo, se concreta con el emplazamiento físico de una serie de fotografías circulares en material plástico PVC, más una tela a modo de emblema circular donde se convocara al público a pisar, entrar, por un instante estar en otro lugar. (Pisar suelo extranjero, tierra de nadie).
De la misma forma estas marcas circulares se instalarán en diferentes edificios públicos, espacios institucionales, en objetos urbanos, en la aceras, parques espacios privados, zonas rurales etc. proponiendo yuxtaponer los territorios, las culturas y las formas sociales de hacer patria, hacer lugar, hacer territorio.
Dentro de la operativa de registro de estas huellas-lugar, se propone ir creando un muestrario con tomas de suelo de los distintos países donde se repongan las imágenes, generando el cruzamiento de un intercambio geográfico al resignificar cada imagen instalada en otro territorio con otras personas, otras características, otra cultura.